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¿Qué es la economía circular?

La fundación para la economía crcular define la economía circular como un concepto económico que se interrelaciona con la sostenibilidad.

Pero antes vamos a platicar un poco sobre la economía lineal, que es el modelo de negocio que se centra en “extraer, producir, distribuir y tirar”, lo cual es el orígen de muchos de los problemas ambientales que tenemos.

Economía lineal

¿Qué implica la economía lineal?

En el modelo de economía lineal, las empresas se enfocan en explotar los recursos naturales para extraer las materias primas, elaboran sus productos sin tomar en cuenta la contaminación que generan sus modelos de producción, distribuyen a lo largo del mundo sin preocuparse por la huella de carbono y al finalizar el periodo de vida de sus productos, no se hacen responsables de los residuos que éstos generan, dejando a conciencia de los compradores la disposición de éstos, que muchas veces son casi imposibles de reciclar por la composición que tienen, lo cual los convierte en basura que termina contaminando, ríos, mares y aire.

Este modelo de la economía lineal es ambientalmente insostenible, ya que se centra en aumentar la producción y ventas, sin tomar en cuenta el daño al medio amiente.

¿Cuál es la alternativa?

Es por eso que la propuesta para todas las empresas es centrar su modelo en la economía circular, la cual se presenta como la mejor alternativa para generar productos, cuidando los recursos naturales y aprovechándolos al máximo.

La fundación economíacircular.org nos dice que la economía circular descansa en varios principios:

  • La eco-concepción: considera los impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto y los integra desde su concepción.
  • La ecología industrial y territorial: establecimiento de un modo de organización industrial en un mismo territorio caracterizado por una gestión optimizada de los stocks y de los flujos de materiales, energía y servicios.
  • La economía de la “funcionalidad”: privilegiar el uso frente a la posesión, la venta de un servicio frente a un bien.
  • El segundo uso: reintroducir en el circuito económico aquellos productos que ya no se corresponden a las necesidades iniciales de los consumidores.
  • La reutilización: reutilizar ciertos residuos o ciertas partes de los mismos, que todavía pueden funcionar para la elaboración de nuevos productos.
  • La reparación: encontrar una segunda vida a los productos estropeados.
  • El reciclaje: aprovechar los materiales que se encuentran en los residuos.
  • La valorización: aprovechar energéticamente los residuos que no se pueden reciclar.
Economía circular

Lo que en resumen nos dice es que un producto comienza desde que es pensado, es decir, debe tomar en cuenta desde cómo será extraída su materia prima, cuál será el mejor proceso de producción, el cual debe encontrarse en mejora continua, la forma en que será distribuido para generar el menor impacto ambiental posible, el uso que se le dará para el que fue creado, otros posibles usos que puede dársele, si se puede reparar, qué residuos va a generar al llegar al final de su vida útil y por último ¿cómo la empresa se hará responsable de esos residuos?

Suena fácil ¿verdad? Pero en realidad no lo es tanto, la mayoría de las empresas están dedicadas a vender a toda costa y es ahí donde entra nuestro poder como consumidor.

¿Y yo qué puedo hacer?

Puedes seguir los siguientes pasos para que tus compras contribuyan a la economía circular.

  1. Primero haciendo un examen de consciencia sobre la manera en que consumimos.
  2. Eligiendo marcas locales para consumir, evitando así incentivar el desperdicio.
  3. Compra a granel, elige productos sin empaque o con empaques realmente compostables.
  4. Cuestiona a las marcas y sus procesos, si las grandes corporaciones no se dan cuenta de las preocupaciones de los consumidores, no harán nada para remediarlo.
  5. Elige marcas naturales, que puedas reconocer sus ingredientes.
  6. Hazte responsable de tus residuos.
  7. Reutiliza, alarga el periodo de vida de los objetos.
  8. Repara, no caigas en el “es más barato comprarlo nuevo”, porque a la naturaleza le es mucho más caro.
  9. Recicla. Lo más sencillo es separar tus residuos y llevarlos a un centro de acopio para su reciclaje, pero no termina ahí, además es necesario que prefieras siempre comprar productos hechos con materiales reciclados, es la única forma de evitar el desperdicio de recursos, ya que apoyando a las empresas que están en la lucha por reciclar, es una gran forma de evitar que los materiales se conviertan en basura.

¿Estás listo para apoyar la economía circular?